lunes, 26 de marzo de 2012

Las TIC serán el indicador de calidad de las universidades en 2020



Las redes ultrarrápidas, los servicios en red y la convergencia de contenidos y dispositivos abrirán nuevas posibilidades en el ámbito universitario, señala un informe de Telefónica


El informe “Universidad 2020: Papel de las TIC en el nuevo entorno socioeconómico” (Colección Fundación Telefónica/Ariel), ha sido recientemente presentado en el Rectorado de la UPM. En él, se abordan los retos de la universidad del futuro. Redes ultrarrápidas, realidad virtual y aumentada, web semántica, sistemas de tele presencia, cloud computing o las Green TIC son algunas de las tendencias tecnológicas que permitirán a la Universidad de 2020 adaptarse a un nuevo entorno socioeconómico al que tendrá que ofrecer respuestas innovadoras, señala el informe. UPM/T21.


Fuente: PhotoXpress.
Fuente: PhotoXpress.
Redes ultrarrápidas, realidad virtual y aumentada, web semántica, sistemas de tele presencia, cloud computing o las Green TIC son algunas de las tendencias tecnológicas que permitirán a la Universidad de 2020 adaptarse a un nuevo entorno socioeconómico al que tendrá que ofrecer respuestas innovadoras. 

Para ello, las TIC serán una pieza fundamental, según el informe“Universidad 2020: Papel de las TIC en el nuevo entorno socioeconómico” (Colección Fundación Telefónica/Ariel), presentado el pasado ocho de marzo en el Rectorado de la Universidad Politécnica de Madrid por su rector, Javier Uceda, junto a José de la Peña, director de Educación y Conocimiento en Red de Fundación Telefónica, Rafael Rivera, coordinador técnico del informe y socio-director de iclaves y Federico Morán, director general de Política Universitaria. Las redes ultrarrápidas (cuyo máximo exponente es la RedIRIS Nova, de la mano de Telefónica), los servicios en red, la movilidad, así como la convergencia de contenidos y dispositivos, abrirán nuevas posibilidades que revolucionarán la forma actual de entender la enseñanza y el aprendizaje en el ámbito universitario. 

Además, los alumnos del futuro dependerán de sus dispositivos móviles y contarán con tabletas PC con acceso a Internet de gran velocidad, por encima de los 100 Mbps, según explicó Rivera. 

Adiós a las barreras físicas 

Las barreras físicas de las aulas se borrarán, los contenidos y materiales educativos estarán disponibles en la Red en todo tipo de formatos; los investigadores trabajarán en infraestructuras virtuales más potentes de lo que nunca imaginaron y formarán equipos internacionales y multidisciplinares en red; todo el conocimiento generado se transferirá a un entorno empresarial de carácter colaborativo. 

“Precisamente, en la universidad debe producirse una adaptación al entorno con espíritu innovador y una estrategia clara, ya que la aplicación de las TIC son los nuevos indicadores de calidad de las universidades”, indicó el director general de Política Universitaria. 

En este sentido, para Javier Uceda, rector de la Universidad Politécnica de Madrid, los avances de las TIC, que afectarán al futuro alumno o profesor digital, dependerán en gran medida del actual contexto de crisis financiera, “ya que las universidades han experimentado una drástica reducción en la inversión destinada a las TIC, debido a los recortes presupuestarios sufridos a partir de 2008”. 

Además, afirmó que no es posible la excelencia low cost para recordar el esfuerzo realizado por las universidades sometidas a procesos de excelencia donde, según indicó, el 95% de la inversión para ser excelente procede de créditos. “Por tanto” -añadió- “hay un parón en la inversión cuyo resultado aún está por ver pero con una repercusión inmediata en las tendencias, ya que frenará el avance de las nuevas tecnologías”.

Nuevos escenarios y personajes 

La Universidad es una institución que se ha mantenido con muy pocas variaciones desde sus inicios, en el siglo XIII. Pero en la actualidad se enfrenta a un nuevo entorno en el que la generación clásica del conocimiento se replantea por el surgimiento de modelos colaborativos, donde los ciudadanos aportan en la misma medida que lo hacen las grandes empresas y las instituciones y donde el perfil de los jóvenes, nativos digitales, es radicalmente distinto a lo que conocíamos hasta ahora. 

El principal cambio demográfico será el envejecimiento de la población, con el consecuente incremento de las personas mayores de 25 años que accederán a la Universidad. Este colectivo estará habituado al uso de las nuevas tecnologías y demandará un mayor número de servicios TIC que le permitan acceder en línea a todos los contenidos necesarios para cursar los estudios: trámites administrativos completamente telemáticos, contacto en línea (videoconferencia, chat interactivo…), etc. 

Actualmente, el 97% de los jóvenes universitarios utiliza habitualmente Internet y el 65% está presente en redes sociales, el 70% en el caso de los menores de 20 años. El alumno del futuro será muy dependiente de su dispositivo móvil y contará con tabletas-PC con acceso a Internet de gran velocidad, por encima de los 100 Mbps, capaces de dialogar con el resto de elementos que estén a su alrededor. 

Por su parte, el docente tendrá que adaptarse a nuevos sistemas de comunicación con los alumnos: su presencia en redes sociales, blogs y otros entornos colaborativos será habitual y la enseñanza será menos presencial y más virtual. 

Otro factor que tendrá gran impacto en la Universidad española será el incremento en el número de estudiantes extranjeros. Al fenómeno de la inmigración hay que sumar la plena integración en el Espacio Europeo de Educación Superior, que facilitará la movilidad de los estudiantes. El entorno económico también es y será diferente. 

La crisis dará paso a una mayor exigencia de eficiencia en el sector público. Para ello, se primará la búsqueda de sinergias y compartir esfuerzos entre universidades. También se verán potenciados los modelos de colaboración público-privados y la participación de las empresas en el ámbito académico.

Portada del informe. Fuente: Telefónica.
Portada del informe. Fuente: Telefónica.
Análisis prospectivo 

Las redes ultrarrápidas no sólo impactarán positivamente en los procesos de enseñanza universitaria, sino que también se verán beneficiados los de investigación, en los que la colaboración y la comunicación son fundamentales. 

Las redes de nueva generación, basadas en fibra óptica (FTTx) las fijas y en tecnologías 4G (LTE) y 5G (redes ad hoc y agile radio) las móviles, permitirán velocidades de acceso superiores a los 100 Mbps. Con ellas, además, la empresa pasará a desempeñar un papel mucho más activo en el ecosistema universitario y se establecerán clústeres específicos de universidades y empresas en los que no compartirán espacio físico, sino virtual. 

En 2020, la realidad virtual y la aumentada serán herramientas cotidianas en los procesos de enseñanza e investigación universitaria. Permitirán, entre otras cosas, desde la recreación en 3D de los planos de un edificio diseñado por estudiantes de Arquitectura, hasta el establecimiento de laboratorios virtuales para realizar ensayos a distancia. 

La plena incorporación de la web semántica permitirá gestionar de forma eficiente los volúmenes de información generados por las actividades de investigación y los sistemas de telepresencia interconectarán a los científicos. El potencial del cloud computing para las universidades es doble: por una parte, como consumidor masivo de bienes y servicios TIC, y por otra, como proveedor de servicios a los ciudadanos y las empresas. El reto está en establecer criterios claros para el uso del modelo. 

Por último, la utilización de sistemas y servicios TIC, Green TIC, para mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad medioambiental de diferentes sectores económicos es una de las tendencias más relevantes en el ámbito de la edificación inteligente, la reutilización de infraestructuras TIC y la desmaterialización de contenidos y servicios.

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