Independientemente de tener o no afición al mundo de la aeronáutica, prácticamente todo el mundo ha fabricado un avión de papel en la escuela o en el trabajo y lo ha intentado hacer volar con mayor o menor éxito y, de hecho existen, aviones de papel con récord de permanencia en el aire como el Sky King. Los aviones de papel pueden ser un interesante primer contacto con el apasionante mundo de la aeronáutica y, precisamente, eso fue lo que pensaron en el Pima Air & Space Museum de Tucson, en el Estado de Arizona (Estados Unidos), donde organizaron hace unos meses un concurso infantil para construir aviones de papel. A partir de aquella idea, un grupo de entusiastas de la aeronáutica vinculados a este museo decidieron emprender un reto: construir el avión de papel más grande que pudieran fabricar y hacerlo volar, un reto que consiguieron completar hace dos días.
El diseño ganador del concurso infantil sería el prototipo a construir a gran escala y el elegido fue el avión diseñado por Arturo, un chico de 12 años aficionado a la papiroflexia (Origami) que aprendió esta afición a partir de vídeos que había visto en YouTube y que ha participado de manera activa en el diseño y producción del avión. Lógicamente, Arturo no estaba solo puesto que lo acompañaban 9 expertos en aeronaútica procedentes del equipo de conservación del museo, un récord Guiness en fabricación de aviones de papel (Ken Blackburn), un experto en fotografía aérea y un ingeniero aeronáutico que participó en el diseño del bombardero B-2 estadounidense.
Tras dos meses de trabajo, uno más del que se había previsto inicialmente, el equipo del Pima Air & Space Museum construyó un avión de 13,5 metros de envergadura que, seguramente, sea el mayor avión de papel jamás construido. Pero, además de construir el avión, el reto estaba en hacerlo volar y, con tal fin, el equipo se desplazó al desierto de Arizona para comprobar que, realmente, el diseño se mantenía en el aire.
Colocaron el avión en una rampa de lanzamiento y lo engancharon a un helicóptero mediante un cable, además de emplazar una cámara en el cable y en el propio avión. El helicóptero elevó tan singular carga y una vez que el avión se enderezó en el aire lo soltaron para ver si planeaba:
Y, efectivamente, el avión planeó por el cielo del desierto de Arizona.
El equipo, actualmente, se encuentra en plena fase de montaje del material filmado durante la construcción, las pruebas y el vuelo final pero, teniendo en cuenta que se trata de un avión de papel, la experiencia y las imágenes son bastante bellas.
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