Rebajan sustancialmente la incidencia de la diabetes tipo 2 entre los pacientes con riesgo alto a través de un proyecto de intervención sobre el estilo de vida durante la práctica clínica en atención primaria. El plan, aplicado en Catalunya a través del Institut d'Investigació en Atenció Primària Jordi Gol, demuestra por primera vez en Europa la efectividad de este tipo de estrategias.
El proyecto DE-PLAN (Diabetes in Europe-Prevention using Lifestyle, Physical Activity and Nutritional-intervention) -CAT/ PREDICE, ha reducido la incidencia de la diabetes de tipo 2, mediante intervención intensiva sobre el estilo de vida desde la atención primaria.
La estrategia europea se ha aplicado en Cataluña a través del Institut d'Investigació en Atenció Primària (IDIAP) Jordi Gol. Para ello, han identificado pacientes con alto riesgo de sufrir diabetes de tipo 2 y han observado su evolución al aplicarles esta nueva intervención, comparándolo con un grupo al que se les aplicó el modelo estándar.
Se redujo el un 36% el riesgo relativo de desarrollar diabetes en el grupo de intervención intensiva respecto a la intervención convencional. “Estos resultados demuestran que la intervención intensiva sobre el estilo de vida bien estructurada no sólo es factible en atención primaria sino que además reduce sustancialmente la incidencia de diabetes entre los participantes con riesgo alto”, afirma Bernardo Costa, coordinador del Grupo de Investigación DE-Plan-Cat /PREDICE del IDIAP Jordi Gol.
“Esta experiencia puede mostrar el camino a seguir a otras iniciativas que se están intentando desarrollar en otros países y refuerza la idea teórica de que la diabetes tipo 2 se puede prevenir introduciendo cambios perfectamente asequibles en el estilo de vida”, asegura Costa.
Estudio epidemiológico, observacional, analítico y longitudinal
Para realizar el experimento, se determinaron al azar 2.547 usuarios entre la población asignada a los centros de atención primaria sujetos no diabéticos de 45 a 75 años. Después realizaron un cribado doble y secuencial, primero 2.054 (80,6%) mediante el cuestionario FINDRISC (8 ítems analizando el riesgo futuro de diabetes) y, segundo, 1.192 (58%) con una prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTOG).
Los participantes con riesgo alto aunque libres de diabetes (624 de los usuarios) se asignaron bien a una intervención estandarizada o bien a la intervención intensiva DE-PLAN sobre el estilo de vida (individual o grupal). 552 usuarios aceptaron la intervención asignándose 219 (39,7%) al modelo estandarizado y 333 (60,3%) a la intervención intensiva.
Ambos grupos fueron comparables en edad, sexo, índice de masa corporal, puntuación obtenida en FINDRISC (16,2/15,8), en los indicadores glucémicos así como en el interés por introducir cambios en su estilo de vida. Los dos conjuntos fueron seguidos, el primero con medidas convencionales y el segundo mediante refuerzo periódico personal de su motivación.
Resultados tras cuatro años
Se diagnosticó diabetes a 124 participantes, de los cuales 63 (28,8%) en intervención estándar y 61 (18,3%) en intervención intensiva. Se redujo un 36% el riesgo relativo de desarrollar diabetes en el grupo de intervención intensiva respecto a la intervención convencional. La incidencia de diabetes fue de 7,2 y 4,6 casos por 100 personas/año, respectivamente, durante una mediana de 4,2 años.
La intervención intensiva tuvo un efecto protector significativo sobre la incidencia de diabetes en todos los modelos multivariados analizados. Para reducir un caso de diabetes se tuvieron que tratar 9,5 participantes durante 4 años.
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