Cada semana, la revista BBC Focus resuelve algunas dudas de sus lectores. A continuación, una selección de algunas de las respuestas para los curiosos.
¿Por qué el estómago hace ruido cuando tenemos hambre?
Borborigmos es el nombre técnico que se usa para referirse a los sonidos que produce el estómago y el intestino cuando se contraen. Esta contracción se produce de forma continua.
Como parte del proceso digestivo, el estómago se contrae para mezclar la comida con los jugos gástricos y los intestinos hacen lo mismo para empujar la comida en su recorrido por el sistema digestivo.
Cuando el estómago está vacío, los borborigmos son más fuertes porque el estómago y el intestino están estrujando aire para arriba y para abajo y eso resuena en el espacio vacío.
Asimismo, después de una hora u hora y media de haber comido, se produce una ola de contracciones entre el estómago y el intestino delgado.
Este proceso tiene lugar para limpiar el sistema digestivo de las sobras no digeribles (como por ejemplo huesos, uñas y semillas).
¿Por qué suspiramos?
Un suspiro es una inhalación y expiración casi dos veces más profunda que una respiración normal. Según investigaciones recientes los suspiros podrían ayudarnos a restablecer los patrones de respiración.
La respiración es, básicamente, un sistema caótico que equilibra la demanda y la disponibilidad de oxígeno a medida que cambian las condiciones. Un suspiro profundo cada tanto ayuda al cuerpo a responder a lo inesperado.
Pero demasiados suspiros, como en un ataque de pánico, pueden ser dañinos.
¿Es la ginebra una bebida depresiva?
Todas las bebidas alcohólicas son depresivas en el sentido de que reducen la función del sistema nervioso central. El etanol (el tipo de alcohol que se utiliza en las bebidas) también es psicoactivo y, en pequeñas dosis produce euforia y disminuye las inhibiciones.
La ginebra se ganó la reputación de ser una bebida particularmente depresiva en la primera mitad del siglo XVIII. En ese entonces se destilaba sin ninguna regulación ni control de calidad y los pobres de Londres la bebían en enormes cantidades.
¿Podemos provocar terremotos?
No hay duda de que la actividad humana puede provocar terremotos: las pruebas nucleares, las construcción de represas hidroeléctricas y la minería son algunas de las actividades que han sido vinculadas con los temblores.
El tema es cuán grandes son estos temblores y si hubiesen ocurrido de todas maneras.
Cuando Estados Unidos llevó a cabo en noviembre de 1971 la prueba nuclear más grande que nunca antes se haya realizado, en Alaska, generó la misma energía sísmica que un terremoto de 7º en la escala de Richter.
Sin embargo, a pesar de su potencia, la explosión sólo provocó unos pocos temblores menores, del tipo que suelen ocurrir en la región.
Lo mismo ocurre con la minería y las perforaciones: pueden generar sacudidas naturales leves, pero no terremotos a gran escala.
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