jueves, 10 de noviembre de 2011

Un nuevo software acelera el diagnóstico precoz del cáncer


Identifica a los pacientes con mayores factores de riesgo o con síntomas preocupantes


Investigadores de la Universidad británica de Nottingham trabajan en una herramienta informática que podría ayudar a los médicos a evaluar el riesgo de un paciente de desarrollar dos de los tipos de cáncer más comunes –de pulmón y gastroesofágico-, para mejorar así la detección precoz. El sistema permitiría salvar miles de vidas al año, sin necesidad de nuevos avances en medicina. Por Patricia Pérez.



La herramienta permitirá mejorar el diagnóstico de dos tipos de cáncer. Fuente: PhotoXpress.
La herramienta permitirá mejorar el diagnóstico de dos tipos de cáncer. Fuente: PhotoXpress.
El cáncer de pulmón y el gastro-esofágico son dos de los tipos de cánceres más comunes en todo el mundo, con bajas tasas de supervivencia debido fundamentalmente a una detección tardía que impide que el paciente pueda ser tratado con éxito. Mejorar el diagnóstico temprano en estos dos casos es el reto que se ha marcado un trabajo de investigación iniciado en la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido. 

Con la colaboración de ClinRisk Ltd, una conocida compañía británica especialista en software médico, el equipo dirigido por la profesora Julia Hippisley-Cox, de la división de Atención Primaria de la Universidad, ha desarrollado una herramienta informática capaz de detectar el cáncer gastro-esofágico y el de pulmón en una etapa temprana, cuando aparece en el paciente una combinación de síntomas y factores de riesgo potencialmente preocupantes, pero que pueden pasar desapercibidos. 

Según explica la Universidad de Nottingham en un comunicado, esta herramienta consiste en un algoritmo que podría ayudar a los médicos a acelerar el diagnóstico y el tratamiento de pacientes que sufren dos de los tumores más comunes, lo que permitiría salvar miles de vidas cada año. “El diagnóstico temprano del cáncer es un reto importante y esperamos que esta nueva investigación ayude a los médicos a identificar a los pacientes para poder remitirlos y tratarlos cuanto antes”, apuntó Hippisley-Cox.

De momento, la investigación ha arrojado buenos resultados, como demuestran las conclusiones del estudio publicado la semana pasada en la British Journal of General Practice, según el cual el 10% de los pacientes que el algoritmo predijo como los de mayor riesgo de desarrollar una de las dos enfermedades, representaron el 77% de todos los cáncer gastro-esofágico y de pulmón diagnosticados en los dos años siguientes. 

Este trabajo sigue la línea marcada por el actual Gobierno británico, que incluso ha creado en asociación con el sector terciario la Iniciativa Nacional de Sensibilización y Diagnóstico Precoz (NAEDI) para trabajar en este ámbito. Según sus datos, sólo aumentando el conocimiento de los síntomas y acelerando el diagnóstico de la enfermedad se podrían salvar 5.000 vidas al año, sin necesidad de nuevos avances médicos.

Julia Hippisley-Cox. Fuente: NIGB.
Julia Hippisley-Cox. Fuente: NIGB.
El estudio 

Aunque la presencia del cáncer puede ser delatada por los conocidos como síntomas de la Bandera Roja, a veces estos pueden ser comunes y no específicos de un tumor en concreto, lo que supone un dilema para el médico de familia en su diagnóstico. A ello se suman los factores de riesgo, pues aunque algunos están bastante bien delimitados, como el tabaquismo en el cáncer de pulmón, centrarse solamente en uno puede significar dejar atrás muchos casos que diagnosticar. 

Así las cosas, el objetivo de este estudio de la Universidad de Nottingham fue precisamente desarrollar y probar el éxito de un algoritmo informático que incorporara tanto los síntomas como los factores de riesgo subyacentes de los pacientes para marcar a quienes necesitaran una investigación o una actuación de urgencia. 

Para ello se realizaron 375 prácticas reales en el Reino Unido, recogidas en el sistema de base de datos QResearch, utilizado previamente con éxito en investigaciones para la identificación de pacientes con mayor riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, fracturas, enfermedades renales o coágulos sanguíneos graves. 

En este caso se incluyó información de pacientes anónimos de 30 a 84 años que no hubieran sido diagnosticados de cáncer al inicio del estudio. Para la investigación sobre el tumor de pulmón, se descartó a los pacientes que habían visitado a su médico de cabecera en los últimos doce meses con síntomas de tos con sangre, pérdida de apetito o pérdida de peso, mientras que para el estudio gastro-esofágico se buscó a pacientes exentos de dificultad para tragar, vómito con sangre, dolor abdominal, pérdida de apetito o pérdida de peso. 

De esta forma se identificó a aquellos pacientes con mayores factores de riesgo asociados al cáncer, para predecir los que tenían más probabilidades de desarrollar la enfermedad y poder validar después los resultados observando quiénes habían sido diagnosticados durante los dos años siguientes. 

Según las mismas fuentes, el estudio arrojó que el nuevo algoritmo funcionó tan bien que podría identificar a un 10% de la población en alrededor del 77% del total de nuevos casos de cáncer surgidos en dos años. 

Aplicación del algoritmo 

Comprobados los buenos resultados del estudio, el equipo de investigación piensa ya en su aplicación práctica y real. Principalmente, el objetivo es incorporar el algoritmo en los sistemas informáticos médicos, para que los facultativos puedan alertar a aquellos pacientes con un riesgo potencialmente mayor de desarrollar cualquiera de los dos tipos de cáncer estudiados. 

Para ello se han diseñado dos sencillas calculadoras web, una para el cáncer de pulmón y otra para el gastro-esofágico para su uso por parte de los médicos, aunque se baraja la posibilidad de diseñar una versión más simple disponible también en Internet para crear conciencia entre el público en general y para animar a los pacientes con síntomas o factores de alto riesgo a buscar el consejo de su médico. 

En el caso del algoritmo de pulmón, éste también podría ser utilizado para informar al Instituto Nacional de Excelencia Clínica (NICE) británico sobre directrices en la investigación y remisión de pacientes con sospecha de cáncer. Por ejemplo, la guía NICE recomienda una remisión urgente para una radiografía de tórax en pacientes con síntomas persistentes como tos con sangre, dolor en el pecho, falta de aire, tos o pérdida de peso, pero no para la pérdida de apetito, a pesar de que el estudio mostró que los pacientes con este síntoma tienen entre cuatro y cinco veces más probabilidades de desarrollar cáncer. 

De momento, los estudios de la Universidad de Nottingham ya han creado gran expectación entre quienes trabajan en atención primaria, pues son ellos quienes se enfrentan al importante reto de la detección precoz.


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