Ingenieros aplican a la ropa un retardante de llama para edificios: Ingenieros norteamericanos han logrado dar una nueva aplicación a la pintura que se utiliza para proteger del fuego a las vigas de acero de los edificios: han conseguido que esta pintura sirva también como retardante de llama de prendas de algodón. La innovación elimina los riesgos tóxicos de otros retardantes empleados en ropa de dormir y otros artículos de indumentaria, y presenta además ventajas ecológicas y económicas. Por Pablo Javier Piacente.
Los retardantes de llama pueden salvar la vida de una persona en un incendio, pero son cuestionados en algunos casos por su posible carácter tóxico. Un desarrollo realizado por un grupo de ingenieros norteamericanos permite aplicar sustancias empleadas para la protección contra el fuego en construcciones en artículos de indumentaria de algodón, y han generado así un método más económico y ecológico para la producción de prendas con retardante de llama.
Un informe presentado por ingenieros de Texas A&M University in College Station en el marco de la edición 242 del National Meeting & Exposition de la American Chemical Society (ACS), y del que se ha hecho eco EurekAlert, señala que la tecnología utilizada para proteger las vigas de acero del fuego en diferentes edificaciones puede usarse como retardante de llama en productos de indumentaria.
Prendas de algodón para niños, como ropa de dormir, batas y otros artículos similares, podrían beneficiarse con este nuevo retardante de llama. Es importante tener en cuenta que la toxicidad potencial de los retardantes de llama que se utilizan actualmente en una variedad de productos, especialmente en pijamas para niños y en la espuma empleada en asientos, ha suscitado diferentes críticas de organizaciones de consumidores en todo el mundo.
Pero el sistema ideado por los ingenieros de Texas permite aprovechar ingredientes a base de agua, por lo que este nuevo recubrimiento es mucho menos tóxico para los humanos que los retardantes de llama utilizados en el pasado y que muchos de los que se emplean en la actualidad. Además, son más respetuosos del medio ambiente.
Salvar vidas
Jaime C. Grunlan, director de la investigación, explicó que los retardantes de llama se utilizan para el algodón, la tela más popular en el mundo, ya que ésta puede incendiarse con facilidad y se quema rápidamente. Los retardantes de llama permiten retrasar el tiempo de este proceso.
El margen de seguridad es especialmente importante cuando los incidentes con fuego alcanzan a la ropa, porque pueden causar lesiones graves y desfigurantes. Los retardantes de llama brindan un plus de tiempo para quitarse la ropa o apagar las llamas, salvando vidas en ese intervalo.
En respuesta a la necesidad de producir retardantes de llama más respetuosos con el medio ambiente, el equipo de Grunlan retomó una tecnología denominada "intumescencia", utilizada durante mucho tiempo en las pruebas de fuego sobre vigas de acero del interior de los edificios. Cuando detecta las llamas, el recubrimiento intumescente se hincha y se expande, aislando y protegiendo al material que acompaña.
Según Grunlan, la innovación tiene un gran potencial para su uso como retardante de llama en la ropa y otros materiales, y evita algunas de las desventajas de los productos existentes. Se trata de un material construido a escala nanométrica, a partir de capas de alternancia positiva y polímeros con carga negativa, tan delgados que casi 50.000 de ellos se ajustarían al ancho de un cabello humano.
Nanocoberturas
El tamaño tiene una ventaja, ya que estas capas son tan delgadas que permiten que el polímero líquido se filtre profundamente en la tela y fibra de algodón. Otros retardantes de llama, por el contrario, simplemente se asientan en un sector de las fibras y frenan la propagación de las llamas, pero no alcanzan tanta efectividad.
Grunlan señaló que el nuevo retardante de llama emplea polímeros a base de agua en la nanocobertura desarrollada, que son mucho menos tóxicos para los seres humanos que otros retardantes de llama utilizados en la actualidad. Asimismo, el aspecto y la textura de la tela dependerán del espesor del recubrimiento y del polímero específico utilizado, pero los especialistas consideran que la faceta estética no se verá profundamente afectada.
El equipo de investigadores se encuentra ahora inmerso en el proceso de optimización de estos retardantes de llama, para que logren permanecer en las telas de algodón, a pesar de los lavados frecuentes. El objetivo es proteger la capa, pero se cree que avanzando en la investigación se logrará que la nanocobertura contra el fuego sea un complemento casi permanente.
En otro orden de cosas, los ingenieros también planean poner a prueba el recubrimiento sobre otros materiales, como el poliéster y la espuma, posiblemente con la colaboración de distintos socios comerciales, para ampliar de esta forma el rango de aplicaciones de esta nueva tecnología.
(Tendencias21)
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