Rob Spence es un documentalista de Toronto que perdió un ojo hace cinco años. Pero como sabía de cámaras, decidió convertir su prótesis estética en una minicámara para llevar en lugar donde tenía su ojo, grabar lo que se ve desde esa perspectiva y transmitirlo por un dispositivo portátil.
El dispositivo incluye una cámara con resolución de 328×250 pixeles, un transmisor inalámbrico y una batería, en menos de 9 mm de diámetro.Todo se conectó a una placa de circuitos impresa del grosor de un papel. Todavía no está conectado a su cerebro y no le permite ver como veía antes, pero Spence cree que en el futuro cercano eso será posible.
El documentalista sufrió daños en su ojo cuando era niño, debido a un accidente mientras disparaban en el campo. Pese a los esfuerzos médicos, finalmente terminó perdiendo el ojo años después. Spence afirmó que se le ocurrió la idea de ponerse una cámara cuando reflexionó que los teléfonos ya usaban cámaras muy, muy pequeñas, que podrían caber en el espacio ocupado por un ojo.
Así que contactó al ingeniero Kosta Grammatis en 2009 para proponerle la idea. Como era tan de ciencia ficción, los ingenieros quedaron encantados con trabajar en el proyecto, aún cuando no hubiera mucho dinero involucrado. Spence tiene ahora dos modelos: uno normal y uno que incluye un LED rojo que hace que su ojo se parezca al de Terminator.
El documentalista espera usar su nuevo ojo en un proyecto que explorará el tema de la privacidad, donde la gente no sabrá que él está grabando hasta después de que se hayan capturado las escenas.
Su inusual historia fue aprovechada por Square Enix para promocionar el juego Deus Ex: Human Revolution. Les dejamos abajo el video (sólo disponible en inglés, por desgracia) que salió de esta colaboración, donde Spence habla con algunos de los cyborgs más avanzados del mundo.
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Links:
- Eyeborg Project
- Video: ‘Eyeborg’ man replaces eye with ’six million dollar man’ camera (Telegraph)
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